Primer
Encuentro Sembrando Paz
Roma,
8 y 9 de abril de 2017
Manifiesto
de Solidaridad por la Paz del Pueblo Colombiano
Los convocantes y participantes
del Primer Encuentro Sembrando Paz
realizado en la ciudad de Roma (Italia) los días 8 y 9 de abril de 2017,
expresan su apoyo y solidaridad con el pueblo colombiano en este momento
decisivo en la implementación del Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno y FARC-EP
firmado a finales del 2016 y saludan el proceso en marcha con el ELN emprendido
a comienzos del 2017.
Como resultado de las discusiones
generadas en estos dos días y que reunieron a diversos representantes de
organizaciones internacionales y de colombianos en el exterior, se consideró
necesario avanzar en la conformación de una Red Europea de Solidaridad por la
Paz del Pueblo Colombiano (RESPAZ).
Esta Red más que una nueva y
pasajera plataforma de trabajo espera convertirse en el mediano plazo en un
espacio de incidencia, reconocimiento y ampliación de los esfuerzos generados
previamente en Europa por diversos sectores y foros, entre ellos los
colombianos en el exterior, en torno a la construcción de la paz.
Esta Red trabajaría de forma
articulada, permanente y con una clara vocación de incidir (más que decidir) generando
agendas de seguimiento, monitoreo y defensa de lo pactado desde el exterior y
en conexión con diversos aliados sociales, académicos y políticos en Colombia.
Por tanto, orientados y cobijados por ese horizonte, los convocantes y participantes
de este Primer Encuentro Sembrando Paz manifiestan la urgencia de aunar
esfuerzos y solidaridades con el pueblo colombiano en torno a una paz que:
1. beneficie a amplios y plurales
sectores de la sociedad colombiana, orientada en su finalidad a la
materialización del bienestar popular y ciudadano y no a la paz neoliberal que
tiene como horizonte únicamente la pacificación territorial para la inversión
extranjera y los procesos económicos extractivos expulsores de vida.
2. se construya y reivindique desde
los acumulados, necesidades y capacidades de las comunidades, los territorios y
los colectivos sociales, pluralizando su sentido en diversos espacios y
escenarios donde sea posible la realización de los derechos colectivos a la
identidad, el territorio, la vida, la organización, la participación y la
autonomía.
3. reivindique el lugar, las
experiencias, los saberes, las luchas de las mujeres en la construcción de una
sociedad justa, de una vida pública incluyente.
4. fortaleza mecanismos de
participación como la consulta previa que, si bien existen, no representan
plenas garantías para las comunidades y contribuya a fortalecerlas jurídica y
políticamente frente a agentes que pretenden expropiarlas de sus territorios,
recursos y formas de imaginación de la vida.
5. no niegue, ni oculte, ni
invisibilice la conflictividad social, política, económica, cultural aún
existente en Colombia, a pesar del importante paso en la finalización negociada
de una parte del conflicto armado.
6. reconozca, en contravía de la
desinformación de los medios de comunicación dominantes, información
parcializada o sesgada por organismos oficiales o información tendenciosa de
diversos sectores de derecha del país, que muchas de las causas estructurales y
factores prolongadores históricos del conflicto y las violencias en el país,
aun continúan vigentes en los territorios y las instituciones.
7. sea solidaria con la
movilización, lucha y denuncia desde diversos movimientos sociales y
plataformas populares dentro y fuera del país, en torno a los esquemas,
estructuras y actores estatales y no estatales que aún hoy en el país mantienen
y profundizan las injusticias sociales, la desaparición forzada de la vida.
8. sea sensible a las múltiples
institucionalidades comunitarias y ciudadanas locales (Consejos Comunitarios, Zonas
de Reserva Campesina, Resguardos Indígenas, comunidades de paz, espacios
humanitarios, organizaciones de campesinos, asociaciones de productores,
colectivos de defensores de derechos humanos, organizaciones de víctimas,
colectivos culturales y políticos, colectivos de mujeres) y a sus acumulados
históricos en la construcción de paz en los territorios.
9. pueda ser fortalecida y
profundizada desde la Comunidad Europea, desde distintas redes, foros, espacios,
con un esquema solidario, no neocolonial ni de control global, de diplomacia y
acompañamiento internacional.
10. desafíe y denuncie el
accionar de las estructuras y agendas paramilitares aún vigentes en muchas
regiones del país y que se están constituyendo en un riesgo evidente para los
excombatientes de las FARC-EP en proceso de tránsito a la vida civil
concentrados en las distintas zonas veredales de normalización y transición,
pero también para la vida y lucha de los defensores y defensoras de derechos
humanos en el país.
11. cuestione la hegemonía de los
grandes medios de comunicación y apoye la construcción de formas y plataformas alternativas
de comunicación locales, regionales e internacionales, desde un sur global
plural, que propenda por una pedagogía y movilización de información veraz
sobre el proceso de paz en Colombia.
12. ayude a fortalecer procesos y
prácticas de reconciliación desde la escuela, desde la Universidad, desde la
academia popular y desde pedagogías plurales para la convivencia y no
repetición.
13. confronte una visión de las
comunidades y los territorios desde la homogeneización cultural y reconozca la importancia
de las prácticas y procesos históricos interculturales que han caracterizado al
país.
14. reivindique la condición
diversa de las víctimas y de los sobrevivientes del conflicto colombiano, sus diversos
exilios, sus afectaciones, formas de afrontamiento y luchas colectivas, la
condición de lucha de los colombianos víctimas en el extranjero, la situación
de los territorios que también han sido víctimas, los tejidos sociales fracturados
y los proyectos democráticos abortados.
15. desescale el lenguaje y las
acciones de estigmatización con las comunidades, con los líderes sociales, con
los opositores políticos y, en esa medida, desmonte la lógica y el discurso aún
vigente en el país del enemigo interno y de la guerra preventiva contra las
comunidades y los oponentes.
16. reconozca la construcción de
unas memorias esclarecedoras, transformadoras e intergeneracionales, donde los
grupos, los colectivos, las comunidades, las personas con distintas
orientaciones religiosas, sexuales, políticas más afectadas conozcan la verdad de
lo ocurrido y tengan la plena confianza de no repetición de lo ocurrido.
17. reconozca la necesidad de una
memoria esclarecedora sobre el papel de los empresarios, las mafias políticas
locales, las estructuras paramilitares, las estructuras del narcotráfico en el
conflicto
18. reconozca que en el
territorio además de las víctimas del conflicto armado, están las víctimas del
desarrollo.
19. fortalezca y blinde el
proceso de dialogo con el Ejército de Liberación Nacional desde una amplia y
profunda participación de la sociedad civil
20. acompañe la construcción de garantías
de retorno para los exiliados y la diáspora colombiana en el exterior que ha
sido víctima, garantías que pasan por un desmonte de las estructuras y aparatos
de seguridad y de los esquemas de persecución.
21. solidarice los esfuerzos de
tránsito hacia la vida civil de los y las excombatientes de las FARC -EP y del
ELN y profundice el monitoreo de la democratización de las oportunidades políticas,
económicas, culturales y sociales para todos ellos en el país.